Sony WH-1000XM5: review ¿vale la pena? Precio Perú | RPP Noticias

2022-09-17 12:53:07 By : Ms. vivian liu

Sony ha sabido capitalizar la popularidad de su línea de audio WH-1000X con modelos consecutivos desde 2016, cuando presentó en el IFA de Berlín el primer diseño de una larga y dominante dinastía. Sin embargo, hasta el XM4 el mundo era otro, solo con Bose amenazando ese mercado. Hoy, Apple ha entrado a tallar de lleno en ese segmento, y la competencia ha mejorado en precio y calidad de construcción su propuesta. En 2022, tras dos años con el modelo M4, tenemos la quinta generación de 1000X a prueba, pero ¿vale la pena el cambio? Esta es la opinión de NIUSGEEK.

Dinámico de 30mm | imán de neodimio y piezas de fibra de carbono

48 ohmios con cable y equipo encendido | 16 ohmios con cable y equipo apagado

20 Hz a 20 KHz Bluetooth | 4 Hz a 40KHz cable

Botón ANC y encendido a la izquierda | panel táctil de volumen y reproducción derecha

USB-C y conector de 3,5mm para cable de audio

BT 5.2 | rango de 10m | banda 2,4GHz

Hasta 30 horas | 3 minutos de carga: 3 horas de reproducción | Carga en 3,5 horas

SBC, AAC, LDAC | A2DP, AVRCP, HFP, HSP

Un nuevo diseño, un nuevo problema. Desde los Mark 2, Sony mantuvo el estilo y corte de estos WH-1000X hasta la cuarta edición, con ciertos ajustes en sensores y mejoras en sonido y cancelación. Sin embargo, es la primera vez que vemos un salto integral en diseño. Se nota que la competencia es fuerte ahora.

Para empezar, Sony propone un estilo cercano a los Bose 700, los Huawei FreeBuds Studio y los propios Airpods Max de Apple. Se acabó el formato plegable que era icónico en estos modelos de la firma japonesa para pasar al diseño rígido. Incluso el carrying case es más grande ahora, debido a la imposibilidad de plegar el equipo para que ocupe un espacio menor.

Afortunadamente, Sony permite que podamos girar las bocinas hacia afuera, y así ventilar el novedoso material que recubre estas almohadillas sintéticas de tacto suave y sin fricción. Para largos viajes o jornadas laborales, sus 250 gramos de peso se agradecen.

Una evolución en la comodidad. Con estos WH-1000XM5, Sony propone un mejor sistema circumaural que, por construcción, sella mejor las posibles entradas de ruido y las elimina pasivamente, cubriendo nuestro oído con comodidad.

Casi todo el revestimiento plástico del equipo es muy suave, y contrasta con la aspereza de las ediciones previas de policarbonato. Incluso resulta curioso que la vincha, siendo más delgada que la del XM4 y los otros, sea más cómoda y se adapte mejor a la parte alta del cráneo liberando ese espacio de presiones.

Reubicación óptima de componentes. Para empezar, le decimos adiós a ese confuso diseño de los micrófonos que aparentaban ser puertos USB-C – odiaba eso -, y ahora cuentan con un enmallado que se adapta mejor al borde externo de las orejeras.

En esta nueva generación, Sony hace fácil la interacción con el headset: a la izquierda los botones y a la derecha los sensores. Junto al puerto para el conector de 3,5mm tenemos al botón de encendido / emparejamiento y, de vecino, al botón para la cancelación de ruido y el “Modo Ambiente”.

Al lado derecho, reposa el sistema táctil que ahora se simplifica. Con un swipe vertical controlamos el volumen, mientras que el lateral nos ayuda en el cambio de track. Para las pausas, un doble tap sobre esa orejera. Si quieres hablar con alguien., puedes cubrir con tu mano esa orejera para activar el modo de conversación para reducir el volumen de la música y concentrarte en quien te habla.

El cambio también es interno. Para empezar, dejamos los diafragmas de 40mm y pasamos a unos de 30, construidos en fibra de carbono que va sobre el imán de neodimio. En teoría, es un cambio que favorece la dinámica misma del diafragma, permitiendo que en ese espacio pueda generarse una mecánica mejor debido a las diversas frecuencias.

Además de este ajuste en el diafragma, Sony añade un procesador de compañía al clásico QN1 que ya venía en las ediciones anteriores: el procesador V1 que se incluyó en los WF-1000XM4 TWS. Este par de componentes intensifica el control de ruido externo y permite que el resultado no solo sea estable, sino también adaptivo al cambio de frecuencias. Una gloria para LA MEJOR CANCELACIÓN DE RUIDO ACTIVA EN UN AUDÍFONO.

Ocho micrófonos. Sí, una bestialidad. Con esto, Sony garantiza que el análisis de ruido en la comunicación es mejor, en combinación con el poder de procesamiento del QN1 y el V1 trabajando en segundo plano para distintas variables, como la corrección por el pelo o la montura de los lentes. Sí, tal cual.

Te recomiendo escuchar la prueba de grabación de audio con este headset en la parte superior de la reseña.

La app. La app es la misma, las mismas opciones y capacidades para restaurar nuestras preferencias desde la nube de Sony y usar la información de nuestros oídos en beneficio del rebote acústico que tendremos. Desde la app podemos configurar el acceso rápido a Spotify – tres toques del botón ANC – y también el nivel de cancelación y/o ambiente. Es la misma app, y agradezco que sean compatibles con Google Fast Pair. En serio.

En temas de conexión, son muy estables y podemos emparejar hasta dos equipos al mismo tiempo para un cambio automático. Podemos emparejar el teléfono y al PC y cambiar cuando entra una llamada. Podemos activar el LDAC en un equipo, pero no en los dos emparejados por el ancho de banda.

¿Qué tal suenan? Son bestiales también en este punto. Todo el sistema viaja de una manera formidable, haciendo que cada frecuencia tenga un valor de calidad, tanto en graves y medios como en agudos. No hay espectro descuidado con el sistema bluetooth, y el cableado potencia el muestreo de 4Hz a 40 KHz, frente a los 20Hz-20Khz tradicionales en conectividad inalámbrica. Eso sí, la distorsión comienza a aparecer entre el 85 y el 90% de volumen, y la salida final puede ser un poco baja. Eso también depende del equipo que uses para reproducir música.

De autonomía vamos de sobra. Nunca pude agotarlos en mi reseña. El promedio de 30 horas es preciso, y reduces un 4% por hora en uso continuo, aunque incrementar el volumen afecta la autonomía a un 5% por hora. Igual, sigue siendo monstruosa e inagotable para un viaje transoceánico, por ejemplo.

¿Qué no me gusta? Lo primero ya está mencionado: la imposibilidad de plegarlos. Más allá de eso, Sony debería considerar la posibilidad de usar el puerto USB-C como salida para conectar nuestro smartphone y optimizar el audio, más allá de usarlo solo para carga. Además, necesitamos mejorar la certificación contra salpicaduras, una ausencia preocupante si sudamos, llueve o si el cae agua de casualidad.

Sí, pero depende. Si ya tienes un M4, olvídalo. Sigue con ellos pues el salto es poco. Si vienes de unos QC 35 II de Bose, unos Sony WH-1000XM3 o de menos fuste, y quieres invertir a la segura, apliquemos el principio de The Mandalorian: El camino así es. Son el punto alto de Sony, y diría del mercado en general, con un sistema eficiente en todo sentido. Ve por ellos, no te van a decepcionar.