Como parte de la renovación de su línea de teléfonos insignia, Motorola presentó el nuevo Moto Edge 30, que sería el hermano menor del más poderoso Edge 30 Pro. Y aunque se trata de un teléfono más asequible enfocado a la gama media-alta, su desempeño y diseño lo convierten en una apuesta atractiva de parte de la cámara.

Sin duda, lo primero que llama la atención de este dispositivo al sacarlo de la caja es que se trata de un teléfono esbelto, según la marca: “el más delgado del mundo”, con apenas 6.8 mm de espesor y un peso de 155 gramos, que inmediatamente contrasta con el tamaño de su pantalla de 6.5 pulgadas.

A pesar del tamaño de su display, gracias al peso y lo delgado que es, se trata de un dispositivo que es fácil manipular y menos cansado de sostener por largos periodos de tiempo. Para aquellos con manos pequeñas, aun podría ser un teléfono difícil de manipular con una sola mano, pero el peso compensa mucho el tamaño de la pantalla.

El diseño del teléfono se une a la nueva tendencia de la industria por los bordes del marco cuadrados, que dan una mayor sensación de seguridad cuando se sostiene. En la parte trasera encontramos el módulo de tres cámaras que sobresale ligeramente del dispositivo, con una altura adicional para cada lente del módulo. Esta “protuberancia” no es exagerada y no afecta el diseño delgado del teléfono.

Motorola incluye en la caja una carcasa de plástico transparente que ofrece una buena cubierta al módulo de la cámara, a la vez que ayuda a combatir la tendencia de la cubierta trasera por llenarse de huellas. Asimismo, es de las marcas que aún incluyen un cargador, en este caso, de carga rápida a 33 W que es el máximo que admite el teléfono.

El fabricante señala que es “repelente al agua”, aunque no cuenta con ninguna certificación en este aspecto. Probablemente soporte alguna salpicadura ocasional, pero no podría ser sumergido o puesto bajo un chorro de agua.

Respecto a los puertos, como ya es usual en teléfonos en estos rangos de precio y gama, desaparece el conector de 3.5 mm, pero incluye USB-C 2.0, Bluetooth 5.2 y WiFi 6E, además de altavoces estéreo (uno utilizado tanto para llamadas como para reproducción multimedia).

Por otro lado, el dispositivo que recibimos para prueba cuenta con espacio para una sola nano SIM. El teléfono incluye también conectividad 5G, ampliando las opciones en el mercado para conectarse a la red de nueva generación.

En cuanto a la pantalla, contamos con un display de 6.5 pulgadas, AMOLED FullHD+, con tasa de refresco de 144Hz adaptable mediante Inteligencia Artificial. La pantalla nos ofrece un buen rango de colores acompañado de HDR10+.

Para esta nueva apuesta de Motorola, tenemos un System-On-Chip (SoC) ya conocido de la gama, el Snapdragon 778G+ de Qualcomm, que ha demostrado ser un procesador confiable y de un desempeño más que suficiente para las tareas diarias y algunas de mayor demanda.

Acompañado de 8GB de RAM y Android 12 instalado de fábrica, el teléfono se comporta de manera fluida en todo momento, con una experiencia sin sobresaltos o retrasos en gestos y pulsaciones.

Durante la prueba se instaló Fortnite para probar su desempeño en tareas de alta demanda, y aunque el juego advierte que el teléfono podría experimentar “problemas de rendimiento y estabilidad”, el funcionamiento del juego fue bastante positivo al lograr mantenerse alrededor de los 29 fps, aunque llegando a bajar hasta los 16 fps en escenas de mayor actividad.

Se registró un mejor desempeño de PUBG, en el que permitía una configuración en Alta con HDR, con una buena fluidez del juego en todo momento. Al intentar la configuración Ultra HD, el juego advierte que todavía no está disponible para este dispositivo.

Por otro lado, ciertas aplicaciones como la propia Hello You de Motorola –para acceder a noticias, configuraciones, diagnóstico y otras funciones específicas del teléfono– llegó a mostrar ciertos topes, pero estos fueron muy ocasionales y parece estar más relacionado con la optimización de la aplicación, que en sí el rendimiento del dispositivo.

Durante las pruebas, el control térmico del procesador se percibió dentro de los niveles esperados. En el uso diario y tareas de poca demanda la temperatura se mantuvo bastante estable, aun después de varios minutos de navegación en redes y Web.

En tareas más demandantes, como una sesión de PUBG, la temperatura del teléfono comenzó a subir más de lo normal, aunque siempre dentro de niveles razonables y sin llegar a convertirse en algo incómodo.

La batería, como siempre, depende del uso que se le dé al dispositivo, pero sin duda puede rendir un día completo para un usuario promedio. Con el uso de GPS, un par de llamadas, navegación en redes sociales y Web, el teléfono logró sostener una carga al menos día y medio (30-36 horas). Dentro de un uso básico podría dar incluso más.

En el apartado multimedia, la gran pantalla de 6.5 pulgadas, acompañada de dos altavoces estéreo, ofrecen en general una buena experiencia de consumo para videojuegos, videos cortos o películas. Los altavoces logran un volumen bastante alto, y se debe reconocer que tiene una buena afinación, ya que en general no se perciben vibraciones o distorsiones extrañas a pesar de subir a su volumen máximo.

También hay que notar, sin embargo, que hay cierto desbalance entre ambos altavoces, ya que el teléfono depende principalmente del altavoz inferior dedicado, mientras que el superior-frontal ofrece menor rango y volumen (este se comparte con las funciones de voz). Evidentemente, en altavoces de este tamaño, los bajos no son estridentes, pero existe un buen equilibrio en sonidos agudos y medios.

Además de la línea Pixel de Google, los teléfonos Motorola son lo más cercano a una experiencia pura de Android que podemos encontrar en el mercado, por lo que podemos disfrutar casi en su totalidad del diseño Material You que acompaña al nuevo sistema operativo. Esto incluye nuevos widgets como el reloj en pantalla, un centro de notificaciones renovado o una paleta de colores acorde a nuestro fondo de pantalla.

Como es ya conocido de la marca, se incluyen ciertas características muy prácticas que lo diferencian de la competencia, tales como una pequeña sacudida para encender la cámara, un doble golpeteo para la linterna, y una pantalla de bloqueo que permite un vistazo rápido de las notificaciones.

También se incluye la aplicación Moto, que da un acceso rápido a las principales secciones de configuración para personalizar el dispositivo, como sonidos, temas, íconos, colores, etcétera.

En el apartado de cámara, el teléfono cuenta con tres lentes:

El conjunto de tres cámaras ofrece una buena experiencia en general, con fotos nítidas y de buena definición cuando se toman escenas con buena iluminación. El enfoque en general es rápido, a la vez que la IA integrada brinda un buen soporte para elegir la mejor configuración, si bien no siempre da los mejores resultados.

Todas las fotos de la prueba se hicieron en modo automático con la configuración por defecto del sistema. El teléfono incluye más opciones de captura, tales como modo noche y macro, así como seguimiento de objeto y congelamiento de cuadro, entre otras.

En general, la IA funciona bien en la mayoría de las escenas, aunque en algunos casos tiende a dar tonos más azulados al usar el lente macro, mientras que con el lente principal puede tomar escenas en tonos más cálidos, con una baja saturación de los colores (como el cielo durante las mañanas, que algunos teléfonos tienden a resaltar más).

El uso del HDR automático permite la captura de un mayor número de detalles, con mejor balance de blancos, tanto en escenas con gran iluminación natural, como en otras circunstancias de noche bajo luz artificial.

En esta foto, después del atardecer, el HDR permitió una mejor captura de la luz para destacar los detalles en primer plano (fuente y árboles) y equilibrar las zonas mejor iluminadas que se encuentran por detrás de la fuente. Sin embargo, también se observa que los colores están menos saturados respecto a la versión sin HDR.

El lente ultra angular permite la captura de un objetivo más amplio. En este caso, el ultra angular tiene el mismo pixelaje (50MP) que el lente principal, por lo que tenemos el mismo nivel de detalles de captura. Aunque se notan los colores ligeramente más saturados que la foto con el lente principal.

Si bien el teléfono permite un zoom de 10x, la calidad de los detalles baja considerablemente. Se puede utilizar para capturar ciertos objetos lejanos, pero no necesariamente para capturar los detalles más finos.

El modo noche ofrece también una buena captura de la escena, conforme el teléfono busca aprovechar cualquier fuente de luz que encuentre alrededor. La captura de estas escenas es más lenta que una toma tradicional, de aproximadamente 3 segundos, aunque el teléfono tiene buena estabilización.

El lente macro, por su parte, permite la captura de objetos más pequeños. El teléfono es capaz de reconocer la escena, y sugerir el mejor objetivo para la captura al permitir un cambio rápido entre estos.

Sin embargo, este se debe usar con cuidado, ya que puede dar un tono algo azulado en ciertas ocasiones.

Finalmente, en el caso de la cámara selfie, tenemos también un desempeño positivo en escenas de buena iluminación, con una captura rápida y un buen recorte del sujeto cuando se utiliza el modo retrato. Sin embargo, nuevamente en algunas ocasiones la IA de la cámara tiende a sobresaturar los colores en pantalla, llegando a dar incluso tonos más rojizos sobre la piel.

Para fotos nocturnas con la cámara selfie, la pantalla del teléfono se utiliza como un flash auxiliar, lo que permite tener una mejor captura del sujeto. Sin embargo, ante la ausencia de luz, las imágenes tienden a salir más granulosas, a la vez que se debe intentar más de una vez para obtener una buena captura.

El Moto Edge 30 es, en general, un teléfono bastante equilibrado que cubre muchas de las características que se buscan cuando se elige un teléfono. A nivel personal, definitivamente su mejor característica es que nos ofrece un teléfono móvil ligero y cómodo, sin obligarnos a sacrificar una pantalla de gran tamaño.

Adicionalmente, el Snapdragon 778G+ vuelve a demostrar ser un procesador bastante confiable para la gama media, al ofrecernos un rendimiento suficiente para la ejecución de prácticamente cualquier aplicación, incluyendo ciertos videojuegos con una configuración óptima para disfrutarlos.

En el caso de la cámara, aunque tiene un buen rendimiento para la mayoría de las escenas, en otros casos nos obliga a poner algo más de atención y tiempo al momento de la captura para lograr los mejores resultados.

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