“Ecolentes”: un proyecto de reciclaje al servicio de una problemática social

2022-09-17 13:00:27 By : Ms. Krista Zhu

Como parte del inicio del ciclo lectivo 2022, la Municipalidad de Córdoba anunció días atrás que entregará el mes próximo cerca de 600 “ecolentes” recetados, en forma gratuita entre alumnos que asisten a los establecimientos educativos municipales.  

La iniciativa, coordinada por las secretarías de Salud y Educación y el ente Córdoba Obras y Servicios (COyS), se viene trabajando con la participación de la empresa Ecolif, que fue quien elaboró en el clásico maratón de la ciudad de Córdoba las medallas hechas con tapitas de plástico recicladas. 

La titular del COyS, Victoria Flores, dialogó con La Nueva Mañana sobre esta propuesta que iniciará con la entrega de casi 600 lentes ecológicos de los 5.000 que se elaboraron hasta el momento. Analizó también el valor agregado que otorga a la economía circular este producto y la importancia de promover el reciclaje y donación de tapitas por parte de todos los ciudadanos de Córdoba.

“Hace un año y medio que venimos trabajando con este emprendimiento en particular con quienes fabricaron las medallas para el maratón Córdoba. Con ello empezamos a idear un proyecto que tenga un fin social en el marco del modelo de economía circular que lleva adelante la gestión del intendente Martín Llaryora. El desafío era en una primera etapa trabajar en el reciclado y separación de los residuos. Pero luego, darle una vuelta de rosca para poder lograr tener un producto final de la economía circular”, relató Flores. 

Es que si bien el Municipio busca informar y capacitar a los vecinos y vecinas sobre cuál es el objetivo de separar residuos, el fin último es que este modelo económico y productivo haga que el propio Estado genere un producto que satisfaga una demanda puntual. En este caso, se trata de anteojos recetados para alumnos que concurren a las escuelas y jardines municipales: los “ecolentes”.

“A una mamá o papá que tiene que comprar un marco y hacerle los lentes a su hijo o hija, le significa una inversión elevada por el alto costo que tienen. Es por eso que nos pusimos a trabajar hace un año y medio y recién ahora pudimos lograr un modelo, tras pruebas y errores en la elaboración de la matriz. Hicimos varios intentos porque las tapitas para reciclar llevan todo un proceso. Fue un trabajo arduo pero conseguimos que con cuatro tapitas en promedio (cuatro y medio para adultos y tres y medio para niños) se construya un marco para anteojos”, detalló la titular del ente COyS.

El proceso se realiza con las tapitas de botellas que primero son clasificadas por color, “peletizadas”, luego pasan por un proceso de inyección con calor para derretir el plástico, y de allí a una placa con el molde para aplicarle frío y que ya quede con la forma del armazón de los lentes.

“En esta primera etapa, se entregarán 600 anteojos que son para los niños para jardines y escuelas municipales que tienen algún tipo de problema visual y que fueron relevados por la Secretaría de Salud y de Educación de la Municipalidad”, explicó Flores. “Ahora lo que se está haciendo es adaptar los vidrio de los lentes que se les entreguen a estos chicos y chicas, para que tengan la graduación que corresponda, previo a que hayan hecho la consulta oftalmológica en el Hospital Infantil. Con la receta correspondiente, una óptica le pone la graduación y se les entregará luego a las familias los “ecolentes” en el mismo hospital. De esta forma, se aprovechan las consultas que se están realizando durante estos meses de febrero y marzo, que es cuando se están elaborando los CUS (Certificado Único Escolar)”.

Cabe recordar que dicho certificado, que debe entregarse año tras año en los establecimientos escolares, obliga a las familias a realizarle un control médico al niño o niña, que incluye una evaluación oftalmológica, auditiva y odontológica, al inicio del período escolar anual. 

Ocurre que, a veces, hay chicos y chicas que empiezan las clases sin tener estos controles y ante las primeras dificultades de aprendizaje son tratados por psicopedagogos y todo el equipo interdisciplinario escolar, cuando muchas veces su problema se centra en una dificultad en su visión. “Un chico que no ve bien, no aprende bien”, resumió Flores.

Hasta el momento, se fabricaron 5.000 pares de lentes con tapitas recicladas y posteriormente se hizo una subasta para comprar los vidrios a fin de que una óptica ajuste las  graduaciones, según la dificultad visual de cada persona.

De esos 5.000 pares, 2.500 son para niños y niñas y otros 2.500 para adultos. Según Flores, “en esta primera etapa, asistimos a los niños de las escuelas municipales. Ya se informará oportunamente cómo se entregarán a niños no escolarizados en establecimientos municipales  y que no tienen obra social, y a adultos mayores”, alojados en hogares de día y albergues municipales.

“Que nosotros sepamos, no tenemos datos que un emprendimiento similar con material reciclado y donado que se esté llevando adelante en otros lados”, reconoció Flores.

Más allá del número actual, se proyecta seguir elaborando “ecolentes” de acuerdo a la demanda. “De por sí, lo difícil fue elaborar algo innovador: fabricar los marcos. Teniendo ya la matriz efectiva, si la demanda se dispara y hay que elaborar 10.000 lentes, se hará. Pero lo que hay que procurar que no falten, son las tapitas”, dijo.

En ese punto, enfatizó en la importancia de que los y las cordobesas sigan donando más tapitas de plástico para poderle dar continuidad a este emprendimiento con fines sociales. “Esto lo planteamos como un proyecto que tiene a todos los vecinos de la ciudad involucrados. También pone en el eje en la necesidad de generar conciencia, más allá del impacto ambiental, de lo necesario que es empezar a cambiar los hábitos y pensar que una botella tiene una tapita que sirve para elaborar este tipo de productos, que son los que generan la economía circular”, subrayó. 

Cabe detallar que las tapitas de plástico donadas llegaron a los Centros Verdes y el Centro de Transferencia de Residuos procedentes del reciclado de residuos hecho por vecinos y vecinas de la ciudad en 2021. Y que para la confección de los 5.000 “ecolentes” se utilizaron unas 20.000 tapitas.

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